El castillo de Aguilar, un mirador privilegiado
La posición que ocupa el Cerro del Castillo de Aguilar, desde el punto de vista paisajístico, es privilegiada. Hacia el norte se extiende la campiña cordobesa, un paisaje suave cuya visual la cierra Sierra Morena. En este vasto territorio se observan ciudades como Montilla, Montemayor, Espejo, La Rambla y Montalbán. Un paisaje de predominio absoluto del olivar, con pequeñas parcelas de viñas que recuerdan la importancia vitivinícola de esta comarca.Hacia el Oeste del Cerro del Castillo se extiende un conjunto de elevaciones que cierran las visuales profundas en esta parte del paisaje. En primer plano se observa la vaguada del arroyo de la Tenería, encajada entre el Cerro del Castillo y la falda norte de Cerro Crespo o del Aceituno. En esta zona, por el contacto de los materiales permeables (calcarenitas) con los impermeables (arcillas), se producen surgencias de agua que han sido aprovechadas desde la antigüedad hasta nuestros días (Fuente de la Tenería o de la Saladilla, Fuente del Aceituno y Fuente del Aljamil). Detrás de este cerro sobresalen los de las Atalayas, donde se erigía otra torre almenara directamente comunicada con el castillo, punto de vigía de los pasos desde La Puente de Don Gonzalo (Puente Genil), la vaguada de Zóñar y el río Cabra en dirección a Santaella.Hacia la zona sur, tras el paisaje urbano, se distinguen algunas formaciones geológicas de interés. En este segundo plano el Cerro de la Torre de Camarata, con 490 m.s.n.m., cierra la perspectiva desde el Castillo hacia el Sur, inconveniente que se solventó en la Edad Media situando en su cima una torre almenara que lo comunicaba visualmente con Monturque a incluso Castillo Anzur, sirviendo como punto de vigía y control del territorio. Este cerro es el ejemplo más representativo, dentro del término municipal de Aguilar de la Frontera, de las formaciones con pendientes más pronunciadas que caracterizan la Campiña Alta, cuyo origen está en los deslizamientos de materiales procedentes de las cercanas Sierras Subbéticas que se vislumbran al fondo. Elevándose detrás de la ciudad de Cabra sobresale el Picacho de Cabra, donde se erige el Santuario de la Virgen de la Sierra, con 1.217 m.s.n.m., rodeado de otras cimas destacadas de la serranía Bética en el Sur de Córdoba como La Lastra (1.242 m.) y Lobatejo (1.380 m.).Un poco más al sur entre los cerros de Pocapaja y La Torre, se vislumbra la Sierra de la Virgen de Araceli, a cuyos pies, por la vertiente norte, se distingue Lucena.Completa esta panorámica general la Sierra de Montilla, al este, en la que destaca Cerro Macho, entorno privilegiado cuyos suelos soportan los mejores viñedos de la D. O. Montilla Moriles. Desde esta sierra bajan los arroyos Benavente y Campiñuela, con elementos tan característicos como Piedra Luenga, un picacho calcáreo que aflora por erosión diferencial. En primer plano, cerrando la visual, el cerro de Tumbajarro o de San Cristóbal, entre el cual y el del castillo discurre el arroyo de la Fuente de las piedras.Un paisaje cambiante en las distintas épocas del año, tierra rica, de clima suave que ofrece todo lo necesario para la subsistencia humana, como lo demuestra la existencia de un asentamiento humano que sobrepasa los cuatro mil años de antigüedad.
El proyecto de elaboración de esta página forma parte de la actualización de contenidos y la incorporación de nuevas tecnologías en el Centro de Interpretación del Paisaje y la Historia de Aguilar de la Frontera, subvencionado por el Patronato Provincial de Turismo de Córdoba, ejercicio 2018, organismo de la Excma. Diputación Provincial de Córdoba.